Dudo al llamar con el nombre bello y serio de tristeza, a este sentimiento desconocido cuya dulzura y cuyo dolor me tienen obsesionada. Es un sentimiento tan complejo y tan egoísta que llega a dar vergüenza mientras que la tristeza me ha parecido siempre honrosa. Conocía el arrepentimiento, el fastidio y hasta el remordimiento. La tristeza, no. Ahora siento alqo que me envuelve, como una seda enervante y dulce y que me separa de los demás
Françoise Sagan, Bonjour Tristesse. Ediciones Júpiter, Montevideo, 1958
(P.D Cuando no ande por aquí, no es que esté triste, pasaros también por Facebook o por Twitter @MerkelAnne)