No, no precisamente porque vaya a cubrir los mítines y pre- mítines de las europeas sino porque el fin de curso acecha y hay cosas que nunca cambian. Como la de darte el atracón días antes de un examen, que no sé por qué será pero solo consigo disciplinarme con vosotros, mis queridos lectores, ¿o será quizás conmigo misma, por lo mucho que disfruto con mis «disertaciones»?
El caso es que toca parar o, al final, no sabré ni en qué idioma escribo, en qué lengua hablo, en qué sociedad pienso ni a qué blog me debo, pues con Agareso también tengo que saldar aún más de una deuda, aunque es probable que me entregue a la customización o reciclaje para esas entradas 😉
Pero como ya sabéis que en mi caso lo de Callar y el Silencio no son sinónimos, ¿qué tal si entretenemos la ausencia con propuestas para reflexionar?. Tranquilos, que no pienso abrir ni un solo programa político, sin hacerlo creo que los reproduciría mejor que cualquier verbo irregular; se trata de destacar algún hecho o suceso y a partir de ahí concluir a qué Europa/mundo representan y qué Europa/sociedad queremos.
¿Recordáis esta foto?, la postal que acompaña los diarios de navegación de mi padre partió de Géneva en un viaje que puso su repentino e injusto final en Nigeria. Ayer, mientras hasta yo tengo que averiguar qué es la Met Ball Red Carpet que inunda las redes salta una «interferencia»: El secuestro en Abril de 200 jóvenes nigerianas. El cortocircuito alcanza también a algún medio y ya, ahí se estanca. Hoy, a pesar del intento fallido de alguna «movilización con hastag», busco y África no es tendencia, pues no hablamos de estilismo, claro. Decir en su defensa, en la de lo «frívolo», que como ya escribí una vez no siempre es moda todo lo que reluce. Así que hagan su propia revista de prensa sin prejuicio, lean, reflexionen y, después, concluyan.
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La noticia de la muerte de mi padre también llegó días más tarde, pero claro, estábamos en los 70.