Ya he desayunado. Un café con posos porque no sé cambiar la goma de la cafetera. Ha sido un café rápido, por tanto, y amargo, así que, tijera en mano, comienzo a recortar etiquetas con furor. Me voy a la India, pero en mi armario solo hay camisetas de sisas, no aptas para un país, una cultura donde mostrar los hombros es irrespetuoso. Las etiquetas de las prendas que me he comprado en ese momento de la temporada de todo a 3,99 cubrirán con decoro esa parte de mi cuerpo pero, realmente, ¿hay respeto?.
Recorto la primera y es Made in… recorto la segunda y es Made in… recorto la tercera y… desvío la mirada hacia la mochila, porque parece que alivia mi conciencia, saber que mi viaje no es como tu viaje, que yo no voy a hacer turismo, aunque voy a domir en un hotel y porto tu misma guía…. pero yo llevo mochila.
Es el debate de todos los veranos, aunque esta vez no viajamos de la mano de ninguna gran ONG. ¿Qué es el turismo solidario? ¿una necesidad existencial? ¿el alivio de nuestras conciencias? ¿un snobismo? Por otras experiencias sé que muchas veces estorbamos más de lo que aportamos, sobre todo cuando te apuntas a este tipo de experiencias con la mentalidad subconsciente, puramente colonial, aunque te joda, de querer cambiar el mundo.
Nosotras tenemos el discurso aprendido, vamos a a recibir más que a dar y, en mi caso, a intentar visibilizar realidades que creemos muy ajenas pero que, hoy en día, en mayor o menor medida, están ahí, a la vuelta de la esquina y te afectan de una manera u otra, véase el caso de las camisetas.
Contradicciones
Nunca estuve en la India pero me coincidirá el aniversario de boda de una amiga allí. Yo llevaba un vestido de seda, plagio de un diseño de Armani, que debería decir en la etiqueta Made in… pero por el que pagué probablemente diez veces más del coste del sari original.
Son las contradicciones del sistema, o las nuestras, o ambas. El caso es que es un mes de pura adrenalina del que vuelves con un aprendizaje impagable y con un archivo gráfico que duele. Un archivo que nos negaremos a llamarle postal, aunque lo es; la pregunta, la duda está en, como dice la canción, “onde ficamos nós nesa estampa”, y la misma canción nos dará la respuesta, lo nuestro es Turismo Accidental.